Realidad

La MLS sigue lejos de la Liga MX. Está abajo, en lo deportivo. La autoridad con la que León conquista la Concacaf ante Los Ángeles es otra prueba de que mientras en nuestro país se pone como prioridad alcanzar el resultado, en el norte es el espectáculo. Aunque han crecido en últimos años y ya desarrollan talento, todavía están centrados en la experiencia del aficionado, en entretener, y en México se fincan proyectos con objetivos relacionados a posiciones y títulos.

Estoy convencido que lo ideal será el equilibrio entre ambas ideologías. De este lado de la frontera ponderamos al Campeón y con la copa entre las manos le justificamos lo hecho para conseguirla, convertimos al monarca en una deidad perfecta y al segundo lugar y al resto les colgamos la etiqueta de fracasados.

En lo económico, los vecinos nos dan una paliza por razones que traspasan lo futbolero. También en infraestructura. Perder el año pasado la racha histórica de 16 torneos al hilo como monarcas de la región abrió la puerta a los menos analíticos para lanzar la temeraria idea de que no sólo la MLS había alcanzado a la Liga MX, sino que la rebasaba. Fue un espejismo. Lo de ayer es la realidad.

Influyeron también las derrotas en Selecciones de los últimos dos años, pero hay que ser muy claros en separar al representativo nacional del torneo local. Incluso ayer el Tri Femenil Juvenil nos dio una victoria poco esperada ante el poder de Estados Unidos.

La Liga MX sigue arriba de la MLS en lo deportivo y no se debe dormir en laureles hasta que nos alcance, sino seguir aplastándolos en Finales y perseguirlos en el negocio del entretenimiento, que ahí nos dan clases.