Carlos Ponce de León
Director de Marca, experto en futbol nacional e internacional. En su columna tendrás un análisis veraz y oportuno.
Estrellas de televisión en la Selección
La estupenda serie distópica ‘For All Mankind’ (‘Para toda la humanidad’) relata una historia alternativa en la carrera espacial en la que los rusos le ganaron a los estadounidenses en pisar la Luna, lo que provoca que los números de preferencia del presidente en EU se vayan por los suelos. En vísperas de elecciones, desde la Casa Blanca ordenan a la NASA remontar a la URSS, pero centrados en una estrategia marketinera para hacer ver bien al jefe de gobierno antes que priorizar los objetivos aeroespaciales.
Algo similar sucede desde la FMF con la Selección Mexicana. Tras dos años perdidos desde el fracaso de Qatar, con Diego Cocca y Jaime Lozano tirados a la basura, desde la silla del Alto Comisionado, Juan Carlos Rodríguez, junto a su equipo de comunicación eligieron al nuevo entrenador basados en una apuesta populachera, no necesariamente en la mejor para lograr la trascendencia en el 2026: Javier Aguirre y Rafa Márquez como auxiliar. Más atole con el dedo para la afición y especialistas. Show puro, al estilo Televisa.
La comparación con la US Soccer, aunque sigue siendo desmoralizadora para los nuestros, es necesaria para mostrar caminos más efectivos. En cuanto se selló el fracaso en Copa América, con el mismo equipo juvenil y cuerpo técnico que brillaron en Qatar, la federación vecina del norte quitó a Berhalter e inició la búsqueda de un entrenador “que maximice nuestro potencial para enfrentar el Mundial 2026”, explicó su director deportivo, Matt Crocker. El nuestro, Duilio Davino, salió a asegurar sin que nadie le preguntara que Jaime Lozano estaba seguro en el banquillo hasta 2026. Pobre iluso.
Esa es la diferencia, mientras en el Norte tienen claro que el objetivo deportivo es prioridad, empoderan a los tomadores de decisiones de lo que pasa en la cancha, de este lado lo más importante es asegurar el show y negocio al estilo de Televisa, de donde vienen los actuales directivos. Mientras no entiendan que no trabajan en un estudio con cámaras y micrófonos nuestra Selección seguirá hundiéndose en la mediocridad.
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