Carlos Ponce de León
Director de Marca, experto en futbol nacional e internacional. En su columna tendrás un análisis veraz y oportuno.
Torpeza inusual
El Club Universidad se condujo con maestría en el caso de Dani Alves, iba de forma ejemplar, hasta que cometió una torpeza inusual. Tras ser detenido para ser juzgado en España por una acusación de delito sexual, Pumas encontró en su contrato justificaciones para cortarlo. Una cláusula lo condenó y rescindieron. Modelo.
Pero se equivocó en la comunicación final: el ingeniero Silva explicó la baja por faltar a los valores de un equipo que busca futbolistas ejemplares, aludió directamente a la conducta de Dani Alves, ¡que no ha sido juzgada! No ha sido declarado culpable ni inocente, pero Pumas ya lo condenó. Error impropio de la institución auriazul.
¿Qué pasará si termina declarado inocente? Lo haya hecho o sea mentira, el golpe desde Universidad está dado por las palabras del presidente, por asumir. Alves puede voltear a demandar por daño moral y ganar con una mano en la cintura. Cortarlo gracias a las cláusulas legales que encontraron los abogados era suficiente, la afición, el medio y los periodistas llenarían ese hueco que torpemente se ocupó con comentarios que implican una acusación que no está comprobada.
Mi lectura es que desde Pumas intentaron ayudar al rector Graue, quien minutos antes se metió en problemas al confirmar el plagio de la tesis de la ministra Esquivel, pero sin hacer justicia al despojarla del título. Desviaron la atención. La tendencia fue Dani Alves, generada por una ‘torpeza’ que puede salir más cara al Club Universidad.