Carlos Ponce de León
Director de Marca, experto en futbol nacional e internacional. En su columna tendrás un análisis veraz y oportuno.
Al olvido
He sido defensor de la Liga MX, tratando de rescatar los aspectos positivos y enfrentando también el comentario fácil que critica por criticar para sumar aplausos. Pero este fin de semana me deja una decepción tremenda, porque recorre un camino peligroso y parece no darse cuenta, uno que conduce a la intrascendencia, lo peor.
Sólo se transmitió un partido por señal abierta en este arranque, hubo los que no se jugaron y el resto fue restringido, un veneno que ya recorre el cuerpo y amenaza con aniquilar a la Liga MX. No hay un único responsable, es un círculo vicioso: la mayoría de clubes viven de lo que les paga la televisión, que a su vez apuesta a que los sistemas de paga sean su salvación.
Televisa pulveriza su amplia oferta en las señales de TUDN o ViX+, mientras TV Azteca es la única que se mantiene pública, pero con catálogo corto; Fox Sports fincó su futuro en la plataforma Premium, y está ESPN, que también es de paga. Sólo Claro Sports tiene otra propuesta gratuita, pero fuera de la tradicional pantalla. Se volvió complejo para el aficionado seguir todos los juegos, ahora debe decidir desembolsar más por su equipo.
Pero este debate no lo escucharás en las mesas polémicas de la televisión, en las de estas señales. Seguirán tratando de embobarte, de decirte que el Repechaje es tóxico, que se deben reducir los extranjeros, y la larga lista de prejuicios que ya se volvieron letanía.
Para acabar, hubo partidos que ni siquiera se jugaron: El de Mazatlán sale del control y el futbol debe apechugar por las consecuencias de la violencia social del país. Pero el Atlas y Toluca, ¡es ridículo que no esté listo el Jalisco! De Liga bananera sin consecuencias.
No depende de la Liga MX cómo negocia cada club sus derechos de transmisión, no los puede obligar a buscar que sus partidos tengan señal para más aficionados, pero sí debe poner el tema en la mesa de los dueños, prender alerta, urge, pues si sigue por ese camino llegará pronto la intrascendencia.