Carlos Ponce de León
Director de Marca, experto en futbol nacional e internacional. En su columna tendrás un análisis veraz y oportuno.
La Máquina no vuelve al Azteca
Retumbó de nuevo el corazón celeste por sentirse en casa. Además, recargado con la ilusión de cada torneo que La Máquina se renueva; es la afición que más se emociona con los cambios, le interesa más la cantidad que la calidad de los movimientos. Y retumbó como lo hizo por casi 22 años que fue local en la Ciudad de los Deportes, inmueble al que le cambió el nombre y lo dejó como referencia para las actuales generaciones que desconocen el oficial: es el Estadio Azul y no hay más.
La fiesta fue como aquella que los obligaron a dejar en 2018: las calles de la Colonia Nochebuena eran de los cementeros de nuevo, como la grada, que aún pintada azul y grana era celeste tapizada con 26 mil 100 espectadores que apenas dejaron un hueco sobre una cabecera. La remodelación del Azteca obligó a la salida, pero la directiva de Cruz Azul entendió el mensaje para invertir en el estadio más antiguo de Liga MX y recuperar el calor de hogar.
Ya lo de la cancha es otra cosa. Anselmi fue quien mejor apreció la fuerza y ánimo del aficionado cruzazulino, no el de sillón ni el de las redes sociales que baila al son que le pone la prensa amiga, sino el que estuvo en el Azul antes y que no sintió al Azteca como propio. El grito de “¡Escobar, Escobar!”, además de vasos y hielos que le cayeron, fue la respuesta contundente a las mentiras del entrenador, quien eludió la responsabilidad de aceptar que el paraguayo le recriminó su ‘sociedad’ con los nuevos titulares y sus representantes y prefirió inventar que Juan pidió la salida. En eso, en el conflicto interno que proyecta caos al exterior, no cambia La Máquina.
Sin embargo, la directiva celeste está por tomar y cerrar una decisión sobre lo más positivo que vivió Cruz Azul este fin de semana y que hoy te lo voy a adelantar: la alta esfera celeste está trabajando para que el Estadio Azul se mantenga como su casa por más años y ya no regresar al Estadio Azteca. Así como lo lees.
La inversión que hizo al retorno no fue gratis, sino que La Máquina entendió desde que se destapó el regreso que la afición cementera aplaudió volver a un inmueble que sí siente como hogar y que la experiencia en el Coloso de Santa Úrsula, incluidos los insultos americanistas y calificativos de “arrimados”, no fueron adecuados, con todo y la conquista de La Novena allá.
El club cementero busca que el Estadio Azul sea de nuevo su casa permanente, no sólo durante los dos años de remodelación del Azteca, y estos días comenzarás a escuchar más de esta historia, pero tú te enteraste primero en RÉCORD, una de las mejores decisiones que puede tomar la directiva en la renovación de La Máquina.
…Y se dijo.
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