Alejandro Molina Bortoni
Experto en psicología y desarrollo humano que trabajó con la Selección Mexicana durante el proceso de Ricardo La Volpe. Molina llevará los lectores todo lo relacionado a la psicología y el deporte.
Lambor-Jimmy mantiene su centro
El Tri ganó sus dos primeros partidos en la Fase de Grupos de la Copa Oro y obtuvo el boleto a los Cuartos de Final. Se ha visto un cambio en el equipo con la entrada del estratega y como consecuencia en redes sociales y la prensa se le ha puesto el mote de Lambor-Jimmy. Realmente ha sido notoria la mejora en la actitud y el compromiso de los mismos jugadores que fracasaron contra Estados Unidos.
Por su parte, Lozano no parece involucrase mucho en el tema del apodo y sigue trabajando con serenidad y concentración. Dicho técnicamente, se ha mantenido en su centro. Entiende su realidad y se nota en su declaración en rueda de prensa: "Creo que si llegas a un cuerpo técnico tiene que ser porque el cuerpo técnico te pidió. Yo lo creo así; ya antes pude estar en un par de ellos... Mi ego ese así de chiquito, te lo digo en serio y yo puedo ser auxiliar del que sea, siempre y cuando él crea que yo lo puedo ayudar y yo también crea que él también me va a dejar algún aprendizaje".
Entiende su rol como interino y con esta declaración muestra consciencia y abre su camino hacia delante como posible auxiliar del Tri.
Me parece correcta la actitud por la trampa mental que la Copa Oro representa, ya que si se pierde se considerará un fracaso rotundo, pero si se gana se dirá que así debía de ser y era lo mínimo que se esperaría de esta Selección. La perspectiva y el buen juicio son fundamentales para la posible continuidad del director técnico.
Estar centrado significa mantener los pies en la tierra, no perder la perspectiva, estar conectado con los objetivos personales y trabajar con constancia. Mantener una mezcla de seguridad personal y humildad.
El centro puede perderse tanto en momentos de éxito como de fracaso. Se pierde en el éxito al creer que con poco se ha logrado mucho, cuando dejamos de apreciar lo obtenido o no valoramos el apoyo de la gente que colaboró con nosotros. La arrogancia es lo que se manifiesta en esos momentos.
En momentos de crisis también se pierde el centro, se experimenta la visión de túnel y no se encuentran alternativas. Se puede caer en enojo hacia las circunstancias y la gente involucrada. Es posible que se asuma una posición de víctima y no se quiera reconocer la responsabilidad.
Una de las herramientas para mantener el centro es tomar respiraciones profundas poniendo la palma de la mano en el plexo solar, entre el estómago y el pecho. También mantener un diálogo interno equilibrado para cuidar las exageraciones de la mente, tanto de sentirse en el éxito como de percibirse fracasado. Mantener el centro es seguir esforzándose y trabajando por lo que se quiere. En el caso de éxito para continuarlo y en del fracaso para salir de la situación.
Otra alternativa para mantener el centro y, por ende, un ego ubicado, es estar abierto a la retroalimentación de los demás. Escuchar a otros es fundamental para seguir aprendiendo y continuar en el rumbo adecuado.
Estimados lectoras y lectores de RÉCORD, mantengamos nuestro centro, cuidemos que el ego no nos destruya ni tampoco nos ensalce de más. Dialoguemos con los que nos rodean para escuchar su perspectiva y sigamos trabajando en lo que hacemos bien.
"Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito".