El Chicharito y Guardado están de vuelta en México. La presentación del Chicharito en Chivas fue de talla mundial, su presencia llenó el estadio. Por su parte, Guardado vuelve a México con el León; reunió a 12 mil aficionados que lo hicieron sentir en casa y promete dejar todo en la cancha. Entiende la importancia de la camiseta y quiere que este sea un gran año para el equipo. Un momento que quedará también para la historia. En su bienvenida expresó que su ética y honradez por la profesión lo han mantenido donde está. Su compromiso, intentar, aceptar cuando te equivocas y partírsela siempre.
Javier manifiesta que quiere ser superado y que haya quien rompa sus marcas. Asume su liderazgo de no caerle bien a todos y de ser criticado como líder. No se compara con otros grandes, simplemente sabe de su valía y lo hace notar cada vez que es entrevistado.
Mucha especulación se ha dado al respecto de la posible aportación en la cancha de este par de grandes jugadores, que si la rodilla del Chicharito, que si ya están en edad de retiro. Me parece que estas críticas están fuera del foco de la aportación que ambos tienen. La historia ya está hecha, nada tienen que demostrar. Han logrado lo que todo joven futbolista mexicano quisiera alcanzar.
Para los que no han dimensionado sus éxitos, comparto algunos de sus logros. Javier Hernández el Chicharito, ha jugado 4 Copas Mundiales, dos Copas Confederaciones, una Copa de Oro y una Copa de Concacaf. Tiene títulos de Premier League, Copa Oro, Primera división, Community Shield, Campeonato Mundial de Clubes e International Champions Club. Es el máximo goleador de la Selección Mexicana con 52 goles. Ha jugado en Chivas, Manchester United, Real Madrid, Bayer Leverkusen, West Ham United, Sevilla y de Los Ángeles Galaxy.
Andrés Guardado ha jugado 5 Copas Mundiales, 4 Copas de Oro, 2 Copas Fifa Confederaciones, ha sido jugador en el Atlas, Deportivo La Coruña, Valencia, Bayer Leverkusen, PSV Eindhoven, Real Betis y ahora en el Club León. Ganó 3 Copas de Oro, 1 Copa del Rey con Betis, 2 Eredivisies y 2 supercopas de Países Bajos con PSV.
Andrés y Javier son un gran ejemplo para todos, aprovechemos su testimonio de éxito, no queramos ahora criticarlos al final de sus carreras. No pongamos la expectativa de que transformarán a sus equipos o que de ellos dependerá la trascendencia de los mismos. Lo que sí puedo asegurar es que tendrán impacto inmediato en sus respectivos vestidores, influencia en los jugadores con que conviven y convocatoria con los aficionados. Ojalá sepamos escucharlos y aprovecharlos como líderes de éxito. Aprendamos de sus historias, dejemos fuera el celo y atesoremos su gran legado. El legado es el impacto y la influencia que deja una persona en su entorno, ya sea en términos culturales, sociales, intelectuales o de cualquier otra índole.
Invito a los medios a enfatizar lo que nos muestran, sobre su actitud, valor, coraje y mentalidad. Nadie les regaló nada; ellos construyeron su carrera a base de esfuerzo, determinación y compromiso. Decodifiquemos su éxito, sus valores, su comportamiento en el vestidor y en la cancha.
Estimados lectores y lectoras, respetemos a los triunfadores. Ambos jugadores han demostrado de lo que son capaces, triunfaron en México y en el mundo. Celebremos su regreso y difundamos su legado para que las nuevas generaciones aspiren en grande y comiencen a trazar su camino al éxito.
“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.
