En el partido del pasado domingo por la noche de la NFL, los Dallas Cowboys se impusieron a los Pittsburgh Steelers 20 – 17 en los últimos momentos del partido. Con tan solo 26 segundos en el reloj y viniendo de atrás, lograron la anotación de 6 puntos en cuarta oportunidad con un pase de Dak Prescott a Jalen Tolbert.
Siempre resulta emotivo ver triunfar a un equipo en el último momento, nos demuestra este espíritu de lucha y esfuerzo que es característico especialmente en el futbol americano. Es siempre motivante ver a los equipos dando el todo y no dejándose vencer, dando “hasta el último aliento”.
Dar un esfuerzo “hasta el último aliento” es una expresión que se refiere a dedicarse completamente a una tarea con toda la determinación y energía posible, implica no rendirse antes de tiempo, buscar la alternativa de éxito hasta que no se pueda continuar. Se requiere de un compromiso total, perseverancia y, por supuesto, una actitud de jamás darse por vencido, incluso frente a situaciones extremadamente difíciles o de cansancio extremo.
Tomaré de referencia este partido, que muchos seguimos en México, para que reflexionemos sobre si estamos preparados para ofrecer “hasta el último aliento” en los retos que se nos presentan en nuestra vida.
Revisemos algunos de los conceptos centrales que nos darán la fortaleza mental que implica la determinación para dar nuestro máximo esfuerzo hasta el final, cualidad muy necesaria para lograr el éxito.
- Persistencia: Continuar con el esfuerzo incluso cuando la tarea se ve muy difícil o desalentadora.
- Autodisciplina: Mantener el enfoque, evitando distracciones y manteniendo el compromiso con el objetivo.
- Resiliencia: Recuperarse rápidamente ante las dificultades o fracasos previos para continuar hacia delante, incluso fortalecidos.
- Confianza en uno mismo: creer en la propia capacidad para superar obstáculos y alcanzar las metas.
- Motivación interna: Tener una fuente de propósito bien definido que impulsa a la acción de manera intrínseca.
Estos 5 aspectos se desarrollan a través de la práctica en los entrenamientos, no se pueden dejar para que aparezcan en los partidos a través de una charla motivacional si no son aprendidos en el día a día, en las tareas cotidianas y en cada cosa que hacemos. Son patrones que se logran a través de la repetición. La persistencia y la disciplina se desarrollan a través de la creación de hábitos en la vida y de entrenamiento constante. Una vez adquiridas, serán virtudes que sin duda nos llevarán al éxito. También podemos contagiarlas haciéndolas visibles a través de la reflexión. Hay que modelar en los equipos un lenguaje constructivo que genere en la mente el deseo de persistir.
Estimados lectores y lectoras, una persona con determinación tiende a buscar soluciones, aprende de los errores y mantiene una actitud positiva ante los desafíos. Promovamos la práctica de estos principios en los equipos a los que pertenezcamos.
“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.
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