AGENCIAS
El Campeón defensor Novak Djokovic enfrentará a Rafael Nadal en la Final del Abierto de Australia, tras superar el viernes a Andy Murray en un agotador partido de cinco sets y casi cinco horas.
A pesar de verse cansado y adolorido, Djokovic repuntó para vencer a Murray en una revancha de la Final de 2011 en Melbourne, y con ello alcanzó su tercera Final consecutiva en un Grand Slam; las tres ante el español.
En las ediciones del pasado año, de Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos, la victoria fue para el serbio, y su triunfo en el All England Club le permitió, además, desbancar a Nadal como Número Uno del mundo.
Djokovic y Nadal jugarán este domingo en la madrugada (tiempo de México), en Melbourne, su trigésimo enfrentamiento con un balance favorable al español de 16 triunfos por 13 victorias. El año pasado, el de Belgrado ganó en las seis ocasiones que se vieron las caras; todas ellas en Finales y en las tres superficies posibles.
En partidos a cinco sets, se han enfrentado en siete veces, con cinco victorias para el español, dos veces en Roland Garros, en una eliminatoria de Copa Davis, en Wimbledon y en el Abierto de Estados Unidos; mientras que los primeros triunfos de Djokovic llegaron en 2011, en las Finales de Wimbledon y el US Open.
"Estoy encantando por estar en la Final”, dijo Djokovic. "No hay reto mayor que jugar contra Nadal, uno de los mejores en la historia. Obviamente, también será un partido muy exigente”.
Djokovic terminó el año pasado en el primer puesto del ranking mundial, luego de ganar tres de los cuatro ‘grandes’, incluyendo el de Australia, con un triunfo en tres sets sobre Murray. Su única derrota en un Grand Slam en 2011 fue ante Roger Federer, en las Semifinales de Roland Garros.
Ahora, ‘Nole’ busca convertirse en el quinto hombre en la era de los Abiertos, que comenzó en 1968, que gana tres ‘grandes’ de manera consecutiva. La foja de Djokovic, el año pasado, fue de 70-6.
"Maduré como jugador. Empecé a creer que podía ganar los ‘grandes’”, señaló el serbio. "‘Rafa’ y Roger son los jugadores más dominantes de los últimos años. Fue difícil arrebatarles los títulos”
