Históricos. Los Detroit Lions rugieron en Houston y remontaron 26-23 a los Texans en un juego donde sufrieron hasta cinco intercepciones y dónde caían 7-23 hasta el comienzo del tercer cuarto. De esta manera, los dirigidos por el entrenador en jefe Dan Campbell han hecho historia al colocarse con marca de 8-1 y confirmar el mejor comienzo de su historia.
Los Texans (6-4) tenían todo para ganar. Sin embargo, el equipo de desmoronó y no consiguieron anotar puntos después del descanso. Por su parte, los Lions (8-1) volvieron con 19 puntos para arrancarles la victoria en los últimos segundos. De esta manera, Jared Goff se convirtió en el primer quarterback de la franquicia en ganar un juego después de sufrir cinco Intercepciones.
Apenas comenzado el juego, la defensiva texana se hizo presente, pues mientras Jared Goff buscaba mandar un pase, el safety Jalen Pitre levantó las manos y le desvió el balón, el cual terminó tomando Jimmie Ward. Esa intercepción se convirtió en los primeros puntos de Houston con una anotación de Joe Mixon.
En el segundo cuarto, cuando el juego marchaba 13-7 favor los Texans, Goff sufrió su segunda intercepción y los dirigidos por el coach DeMeco
Ryans canjeaban este regalo por otro gol de campo. Antes de irse al descanso, C.J. Stroud conseguía su primer pase de anotación para ponerse 23-7, mientras que en la última jugada, el mariscal de los Lions era interceptado por tercera vez.
Tras una charla fuerte en el vestidor, la defensiva de Detroit sabía que estaba en sus manos regresarlos al partido y, en la primera jugada del tercer cuarto, Carlton Davis se lanzaba para interceptar a Stroud. Sin embargo, el que no lograba concentrarse era el ex mariscal de los Rams, quien de inmediato devolvía el ovoide.
Más adelante, David Montgomery, el corredor de los Lions era quien comenzaba esta remontada al acortar el marcador 13-23. Los mariscales seguían desconcentrados y mientras Stroud sufría su segunda intercepción, Jared Goff ya iba por la quinta.
Increíblemente y pese a todas las entregas de balón, los Lions se ponían a solo tres puntos tras una anotación del receptor estrella Amo-Ra St. Brown e igualaban el marcador 23-23 con un gol de campo de 58 yardas de Jake Bates, el cual además es el más largo de toda su carrera hasta el momento, pues con pocos segundos de terminar el encuentro, volvía establecer su récord con el gol de campo de la victoria, esta vez de 52 yardas.