En la derrota de los rojinegros por la mínima diferencia ante Puebla y por segunda ocasión, desde que se implementó el protocolo de la Liga para eliminar el grito homfóbico de los estadios, la afición de Atlas volvió a provocar la suspensión del partido.
Inclusive, retaron a las autoridades ya que después de que el encuentro se pausó por 10 minutos como marca el reglamento, el grito se volvió a escuchar en el inmueble, solo que el Adonai Escobedo decidió no parar nuevamente el partido, pero sí hizo la seña de que quedará anotado en la cédula.
Con esto, la suspensión del Estadio Jalisco pasó a manos de la Comisión Disciplinaria e incluso el sonido local del recinto informó después del último grito, donde el silbante decidió plasmarlo en su cédula, que la sanción pasó a manos de las autoridades correspondientes.
Atlas no pudo confirmar su buen arranque del torneo y terminó cayendo en casa gracias al gol de Cristian Menéndez, exjugador del Veracruz, pasada la media hora de juego y así, La Franja sumó su primera victoria del certamen.
Sin embargo, esta no es la primera vez que se detiene un encuentro de los rojinegros, recordando que en el pasado Apertura 2019, el encuentro correspondiente a la Jornada 15 cuando Atlas cayó en casa ante Necaxa, también el Cuerpo Arbitral se vio obligado a detener las acciones del partido.
En esta ocasión, hasta el capitán del equipo, Hugo Nervo, corrió hasta la reja de una de las cabeceras del estadio para pedirle a los líderes de la porra rojinegra que dejaran de hacer el grito para evitar un castigo más severo; sin embargo, los esfuerzos del argentino fueron en vano, ya que los asistentes hicieron caso omiso y durante el tiempo de compensación volvieron a gritarle a Nicolás Vikonis, lo que les costará un partido de suspensión si se aplica el reglamento.