Durante el juego de la Jornada 2 entre Atlas y Puebla, los aficionados de los rojinegros emitieron el famoso y prohibido grito homofóbico contra Nicolás Vikonis.
Después del primer grito, como dicta el protocolo de la Liga MX ante estos casos, se solicitó a la gente por el sonido local que cediera.
Pero, tras una segunda emisión de estas vociferaciones por parte de un sector de la tribuna, el árbitro del partido, Adonai Escobedo, detuvo el juego por 10 minutos, como dice el reglamento.
Ante esto, Hugo Nervo, capitán de los rojinegros, se aproximó a la Barra 51, principal grupo de animación del conjunto tapatío para pedirles omitir esta conducta nociva.
Ambas notificaciones y la solicitud de Nervo fparecían haber funcionado, pues en los siguientes despejes de Vikonis no se volvió a escuchar el grito homfóbico, hasta que al minuto 99, se volvieron a presentar estos actos discriminatorios y ofensivos.
Ante esto, Escobedo notificó esta conduta al cuarto juez y al comisario del encuentro para subirlo a la cédula del partido, lo que derivaría en una sanción para el Atlas, aunqe el nazareno tenía la facultad de desalojar el estadio, en este caso el Jalisco para que los minutos restantes del partido se disputaran sin público.
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