Urge más empatía

Toda la semana se ha comentado la polémica en la que ha estado metido el jugador del Cruz Azul, Julio César ‘Cata' Domínguez, por la fiesta que organizó para su hijo de 12 años con una temática alusiva a un grupo armado de narcotraficantes.

Después de un par de días de su publicación, el jugador compartió un video disculpándose:

“Fue un error y quiero ofrecer una sincera disculpa a la opinión pública, a la afición, a mis compañeras, a mis compañeros jugadores, a los clubes, a la Liga MX y a la Federación Mexicana de Futbol por estos desafortunados hechos. Agregó: “Reconozco que estas imágenes no son las que México necesita y me comprometo a ser un referente que promueva los valores de la Liga MX y de mi club, así como a mantener un comportamiento ejemplar dentro y fuera de la cancha”.

¿No pensó en las consecuencias cuando hizo la fiesta? ¿O se le ocurrió que recientemente hubo una importante cantidad de muertos por la detención de uno de esos líderes del narcotráfico? ¿No pensó en los que están sufriendo consecuencias dramáticas por la existencia de esos grupos? La respuesta es muy sencilla: No, al 'Cata' Domínguez, en definitiva, le faltó empatía.

Por su parte, en entrevista para ESPN, su exdirector técnico Mizrahi dijo: "No puedes apoyar algo que está mal hecho, pero pues sí, respaldarlo, porque dentro de todo, sabes que el 'Cata' es un gran ser humano y se equivocó. Eso es todo", afirmó Isaac.

En efecto, la falta de empatía no te hace una mala persona, pero sí te lleva a tener que enfrentar este tipo de situaciones de rechazo social.

Entender el momento que vive una comunidad es fundamental para saber que sí y qué no comunicar, también qué acciones pueden afectar a otros. Por eso constantemente diversos actores, cómicos y standuperos se meten en problemas de rechazo con sus acciones, porque les falta ese desarrollo de empatía con la sociedad.

Con gran maestría ya lo decía el médico y psicoterapeuta austriaco Alfred Adler: “Necesitamos ver con los ojos de otro, escuchar con los oídos de otro y sentir con el corazón de otro para poder conectarnos con una de las energías más poderosas del mundo: el sentimiento social”.

Por todo lo que se ha dicho, casi puedo asegurar que en Julio César Domínguez no hubo una mala intención, sino falta de esta inteligencia social. De haber sabido todo lo que la fiesta generaría, estoy seguro de que hubiera optado por otro tipo de temática.

Carl Rogers, psicólogo humanista estadounidense de gran influencia, dice que ser empático es ver el mundo a través de los ojos del otro y no ver nuestro mundo reflejado en sus ojos.

Para Daniel Goleman, psicólogo contemporáneo y autor del libro de 'Inteligencia emocional', la empatía es la actitud que tiene una persona para reconocer las emociones en los demás, es decir, es la capacidad de comprender los sentimientos de los otros.

Estimados lectores y lectoras, la empatía puede aprenderse y desarrollarse en cualquier momento de nuestra vida. Si queremos mejorar nuestras relaciones en la familia, el trabajo y las comunidades a las que pertenecemos, trabajemos en desarrollar esta fantástica habilidad empática para entender a otros y hacerlos sentir entendidos. Les aseguro que muchas cosas buenas derivarán de esta especial habilidad. “Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.

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