Alejandro Molina Bortoni
Experto en psicología y desarrollo humano que trabajó con la Selección Mexicana durante el proceso de Ricardo La Volpe. Molina llevará los lectores todo lo relacionado a la psicología y el deporte.
El Repechaje premia la inconsistencia
Este fin de semana se juegan los cuatro partidos del Repechaje. Ocho equipos tendrán una última oportunidad de meterse a la Liguilla si ganan en el encuentro de este fin de semana.
En los últimos dos años, he escuchado a muchos analistas retando este sistema. A este modelo de competencia lo he llamado: “La eterna oportunidad” y sigo sosteniendo que promueve la mediocridad.
Entiendo que hay grupos con intereses económicos que tienen beneficios. Sin embargo, desde el punto de vista de la competencia, premia la inconsistencia y el bajo rendimiento.
En esta ocasión los equipos que participan en el Repechaje están entre el quinto y el treceavo lugar en la tabla de posiciones, debido a que el Querétaro perdió ese derecho por estar en el último lugar en la Tabla de Cocientes. Santos es el de más bajo rendimiento. Se cuela a la Repesca con cinco triunfos, ocho derrotas y cuatro empates. Aun con esos malos resultados, tiene una oportunidad de pasar a Cuartos de Final y ser campeón de la Liga MX.
Invito al lector a reflexionar: ¿En qué otro tipo de competencias hay un sistema similar? ¿Ese modelo de competencia reconoce a los mejores equipos? ¿Es justo que equipos con tan bajo desempeño tengan oportunidad de ganar un título? ¿Esto ayuda a la exigencia y a la mejora de los participantes? Me parece que no.
Si llevamos esto a ejemplos de nuestra vida, sería como querer pasar el examen anual estudiando sólo un fin de semana. O mezclar a un grupo de ventas con excelentes resultados con otros de bajo rendimiento y ponerlos a competir en un fin de semana para ver quién se lleva la mejor comisión.
Estos modelos protegen a equipos de media tabla que, sin tener un mérito durante la temporada, reciben una oportunidad para llevarse todo por un golpe de suerte o un buen momento al final del campeonato. En un ambiente competitivo se busca precisamente lo opuesto. Premiar a los consistentes y evitar que un equipo que ha tenido malos resultados a lo largo del campeonato, pueda ganar en una circunstancia oportunista.
Adiciono a este análisis, el problema del descenso porque protege también a los peores equipos. La falta de consecuencias cuando se está al fondo de la tabla, no sólo mantiene esta mediocridad, sino que frena la excelencia de los que vienen desde abajo queriendo obtener un boleto a la Primera División.
Estimados lectores y lectoras, seamos consistentes con nuestro esfuerzo. En sistemas competitivos nos irá muy bien. El oportunismo funciona pocas veces. Recordamos que en el trabajo cotidiano, no existe el repechaje porque los que muestran un alto desempeño son premiados consistentemente.
“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.
