Estamos en el cierre del 2023 y es momento exacto para atrevernos a soñar, retomar nuestras ilusiones y propósitos para redefinir qué queremos hacer con nuestras vidas. Así lo hacen los atletas y los diversos equipos. Se redefinen, se fortalecen, aprenden de sus fortalezas y de lo que no hicieron adecuadamente para mejorar en la próxima temporada.
Soñar no es suficiente, ya lo sé. Alguien ya pensará que es una propuesta superficial o simplista, pero no lo es. No se trata simplemente de desear, imaginar, decretar. Nada de eso. El sueño es el inicio de algo que deseamos y que debemos transformar en un escenario de futuro. Esto es lo que llamamos la visión. Misma que moverá nuestra mente, corazón y coraje en función de lo que queremos lograr. Si no hay una visión de futuro, estaremos condenados a la inercia y la rutina cotidiana.
Si estamos perdiendo la capacidad de soñar o de tener deseos de alcanzar algo, podemos explorar si estamos viviendo una etapa de apatía. Tal vez nos sintamos derrotados o tengamos incredulidad sobre lo que podemos lograr. De hecho, el miedo a fracasar es probablemente el obstáculo más común de quien no se atreve a pensar que puede construir un futuro distinto. Simplemente, será víctima de sus circunstancias y encontrará muy pocas alternativas para cambiar. Empezar con la mente es el inicio de todo.
Algo importante en la creación del sueño es que tiene que ser una visión lo más específica y concreta posible. Quien expresa: “Quiero ser independiente y tener un negocio propio”, estará muy lejos de tenerlo si no lo puede formular como un escenario más real. Es decir, que, si trazáramos una línea entre la visión futura y el día de hoy, podríamos iniciar con el primer paso para acercarnos a lo deseado.
Atreverse a soñar implica un continuo proceso de aprendizaje y crecimiento. Estar abierto a nuevas experiencias y conocimientos. Buscar oportunidades para mejorar tanto personal como profesionalmente.En la próxima columna bajaremos estos sueños a un modelo de metas para el logro de objetivos ambiciosos para el 2024.
A todos los que tenemos puestos de liderazgo e influencia, es buen momento también para invitar a otros a visualizarse a futuro, a expresar lo que más desean. Será común encontrar a muchos que no puedan hacerlo, por ello hay que dedicar tiempo e incentivar a los demás en adoptar un escenario futuro. Además, compartir los sueños con otros puede proporcionar aliento y el apoyo necesario para mantener vivos los ideales. El ejercicio será útil también para encontrar sentido al viaje de cada persona. La vida está llena de posibilidades y hay que estar abiertos a las oportunidades que nos toca crear.
Estimados lectores y lectoras, promovamos en este tiempo la revisión de vida, influyamos para que nuestros colaboradores y familiares también se atrevan a soñar y formular un futuro deseado. Es un ejercicio que mantendrá vivo al anhelo de logro y transformación.
“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.
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