Como toda gran ciudad, ésta va despertando conforme llega el magno evento, así sucedió hace poco más de dos meses con el Super Bowl LVI allá en Los Ángeles y ocurre lo mismo aquí en Dallas con WrestleMania 38.
Este viernes arrancan cuatro días de bastas emociones para los amantes del wrestling con SmackDown y la ceremonia del Salón de la Fama. Sábado y domingo es la noche uno y dos de la Vitrina de los Inmortales y el lunes es el cierre con Monday Nigth Raw.
Por ahora en la capital texana todo es tranquilad. Unos cuantos pósteres en los postes de luz avisan que esta es la sede del magno evento de la WWE. Alguno que otro comercio igual lo hace.
El Dowtown de la ciudad de la Estrella Solitaria de por sí es muy tranquila, ver a cinco o seis personas caminando ya aquí es una multitud. Autos lo mismo, si por las calles circulan cinco es demasiado. No hace falta esperar la luz roja de los semáforos para cruzar.
Pese a esta quietud los ciudadanos locales saben del evento. Los taxis o Uber, la mejor manera para trasladarse, reaccionan de inmediato al tocar el tema de la lucha libre.
"Ah sí, va a ser en el estadio de los Cowboys. La salida va a estar pesada, va mucha gente", dice Marcos, un mexicano que trabaja de Uber de Dallas.
Benito Orozco es otro compatriota que manera un taxi y que al ser aficionado a las luchas sabe de WrestleMania, aunque se le van algunos nombres.
"Ya es este fin de semana. Cuando era chavo antes las veía más seguido, a ver si pelea El Patrón (Alberto del Río) o Rey Mysterio", dice.
Ayer fue última tarde donde se pudo respirar para, desde hoy los retos, dimes y diretes van a estar a la orden del día y todo cerrará el lunes a lo grande, así como lo suele hacer (a la perfección) WWE.