The Undertaker no luchará en WrestleMania 38, pero su lúgubre prencia va a inundar el fin de semana más importante del año en WWE con su inducción al Salón de la Fama.
El 'Fenómeno' marcó época en WWF la cual pasó a ser WWE. Hizo de WrestleMania su lugar preferido. El sitio donde cosechó una marca de 21 victorias al hilo. En dos décadas nadie lo venció, todos fueron enterrados y aunque terminó con una marca general de 25-2, luce casi imposible que alguien se acerque a esa inmaculada marca.
La ceremonia del recinto de los inmortales se realizará el próximo sábado y junto a 'Taker' también serán inducidos Queen Sharmell, The Steiner Brothers y el famoso Vader, quien es ampliamente recordado por la afición mexicana pues llegó a luchar en la Arena México y en el Toreo de Cuatro Caminos. Sin embargo es el 'Hombre muerto' quien se roba los focos de atención.
Undertaker dejó los encordados con siendo cuatro veces campeón de la WWE, cuatro veces campeón de los pesados, seis veces monarca de parejas de la WWF, una vez campeón en parejas de la WCW, ganador del Royal Rumble 2007, 15 veces ganador del premio Slammy. Aunado a eso es la Superestrella con más triunfos en SummerSlam con 10.
Su carrera no tiene otro lugar sino el Salón de la Fama. Seguramente no necesita de este título ser recordado por siempre, pero a su brillante carrera le restaba solo este blasón.
The Undertaker debutó en 1990 en un Survivor Series y desde entonces infundió miedo en los ojos de todo aquel que se atrevía a mirarlo.
Durante tres largas décadas, el 'Hombre muerto' hizo del cuadrilátero un cementerio donde pocos se atrevieron a salir vivos. Será difícil hallar un luchador con sus características, pesado, ágil, con excelente uso de las contra llaves, con imagen para con la afición. Nunca fue el héroe de la historia, con él todo era dolor, fuego, magia negra y ataudes, pero pese a esto se convirtió en unas de las estrellas más seguidas y en un inmortal.
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