A unos instantes del juego de Semana 1 entre Miami y Jacksonville, Tyreek Hill fue arrestado cerca de las inmediaciones del estadio por un exceso de velocidad. El receptor, de 30 años, consideró que las acciones que tomó el oficial Torres fueron desproporcionadas.
El receptor de Miami, aceptó que pudo haber actuado mejor, pero considero que no era motivo suficiente para que fuera sometido al suelo con la rodilla del oficial en la espalda.
“Se tiene que ir, se tiene que ir, se tiene que ir”, declaró Hill. “En ese preciso instante, no solo me trató mal a mí, sino que les faltó el respeto a mis compañeros. Usó palabras locas contra ellos y ellos no hicieron nada. Ellos solo caminaban por la acera. Lo tienen que despedir”.
"Yo podría haber actuado mejor y haber bajado la ventanilla, pero eso no le da derecho a darme una paliza. Se tiene que ir, tiene que irse. En ese momento, no solo me trató mal, sino que también trató a mis compañeros de equipo con falta de respeto", afirmó Hill en conferencia de prensa el pasado miércoles.
El oficial Danny Torres, fue enviado a actividades administrativas, aunque ha solicitado ser reasignado, según su abogado.
La detención dio mucho de qué hablar por la forma en la que fue sometido Hill, además, de que también fueron esposados sus compañeros de equipo, Calais Campbell y Jonnu Smith.
Tyreek Hill terminó el partido pasado después de su desafortunado incidente con; 7 recepciones, 130 yardas, 18.6 yardas por recepción y 1 Touchdown de 80 yardas, donde incluyó un polémico festejo donde simuló que le quitaban las esposas, apoyado por su compañero el también receptor, Jaylen Waddle.