En medio del clamor del público, y en un ambiente totalmente festivo, Lewis Hamilton subió al encordado de la Arena México y demostró sus habilidades luchísticas en contra de Místico.
Por unos instantes, el actual Campeón de la Fórmula 1 dejó a un lado el estruendo de los motores para enfrascarse en un mano a mano con el 'Príncipe de plata y oro', que sucumbió ante las imprevistas habilidades de su rival.
El piloto británico fue recibido con Mariachi a su arribo al recinto luchístico, donde además convivió con el atacante de las Águilas del América, Oribe Peralta, en una noche que incluyó hasta un partido de futbolito.