La goleada ante América fue solamente una más de las causas del fracaso de Diego Aguirre con Cruz Azul. Si bien el escandaloso 7-0 le terminó por costar su salida del club, el uruguayo no dejó las mejores sensaciones como estratega en la interna.
Aunque los jugadores del plantel respetaban al timonel sudamericano y trataron de respaldarlo en la cancha, algunos elementos consideraban que el trabajo táctico de equipo no estaba completo.
Es decir, los jugadores pensaban que el equipo no estaba del todo listo para encarar los encuentros semana tras semanas, pues faltaba trabajo táctico por parte de Aguirre y su cuerpo técnico.
Cabe destacar que la era de Diego Aguirre comenzó con un título inesperado: la Supercopa de la Liga MX venciendo al bicampeón Atlas, y en la jornada uno la ilusión creció cuando vencieron con autoridad a los Tigres en el Volcán.
Sin embargo, cuando la competencia se fue haciendo más exigente, el cuadro cementero no recibió las herramientas que necesitaba para salir a flote de sus compromisos.
No obstante, el plantel sabía que contaba con un entrenador entregado y con un trato humano que pocas veces habían recibido, pero el futbol no era suficiente para que Cruz Azul se coloque donde sus exigencias le demandan.
Ahora, con Raúl Gutiérrez a cargo del plantel estelar, el equipo espera mayor trabajo en lo táctico para ofrecerle variantes a una escuadra que se quedó sin ideas y que recién se está adaptando a las tardías incorporaciones.