El entorno no le favoreció al técnico Juan Carlos Osorio al frente de la Selección Mexicana.
Las críticas fueron duras y constantes, al grado de hacerlas personales por lo que el colombiano disfruta su Mundial, su último torneo con Selección Mexicana luego de ser un infierno fuera de la cancha, por lo que sabe que su destino está cantado.
Sabe que su futuro inmediato no está en la Selección Mexicana, por lo que ahora se relaja, distrae las reglas y se mete de lleno en lo que le gusta, el futbol, sin cuidar los detalles con los de pantalón largo y patrocinadores.
Osorio ahora se ha enfocado en cumplirle al grupo, en cerrar filas y buscar un Mundial exitoso, y así, tener una vitrina importante para lo que sigue después del 17 de julio.
Y en lo que se refiere a táctica, Osorio, amante de las rotaciones y del sistema físico y táctico del jugador, ahora tiene la oportunidad de modificar debido al descanso entre ronda uno y dos, que lleva más de cinco días; sin embargo, moverá poco a su alineación.
Se esperan dos, máximo tres cambios, para enfrentar a Corea del Sur el sábado, en Rostov. Pretende regresar a un esquema habitual que marca un 4-3-3 por la necesidad y obligación de atacar al ser el favorito.
