La afición de Pumas prefirió aprovechar las vacaciones de Semana Santa que apoyar a su equipo y asistir al Estadio Azteca.
Y es que a diferencia de los partidos ante América, donde la cabecera norte del Coloso de Santa Úrsula está repleta de aficionados e incluso el espacio destinado a la porra de visita resulta insuficiente. Esta ves estuvo casi vacía.
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De hecho, La Rebel nunca había pisado el Estadio Azteca para apoyar a Pumas contra Cruz Azul, ya que hacía 23 (1996) años que no se enfrentaban en el inmueble de Santa Úrsula y la barra auriazul nació en 1998.
Y aunque con el paso de los minutos fueron llegando más aficionados universitarios e incluso los elementos de seguridad se iban recorriendo, la cantidad de fanáticos que asistieron no era la esperada.
Incluso, previo al ingreso de la afición de Pumas, el dispositivo de seguridad para recibir a la porra rival estaba listo, pero sí era menos que cuando se trata de los juegos ante las Águilas. De hecho, únicamente en el área de revisión había un autobús que trasladó a algunos fanáticos.
Sin embrago, en algunas zonas de la tribuna del Azteca habían aficionados de Pumas portando la camiseta de su equipo. Y aunque el juego fue de visita, la afición no se hizo presente igual que en la jornada pasada, en CU (cuando recibieron a Xolos), la gente de Pumas registró la peor entrada del torneo.
