El partido del sábado en el Estadio Azteca será también un duelo que pondrá a prueba la filosofía de dos clubes. Si bien, hace algunas décadas Cruz Azul y Pumas se caracterizaban por tener buena cantera y sacar jugadores a granel, ahora las cosas han cambiado, sobre todo en La Noria.
La desesperación por no conseguir el título de Liga desde hace más de 20 años ha provocado que la filosofía celeste se haya transformado, pues ahora se hacen contrataciones torneo tras torneo, con el objetivo de conformar un equipo contendiente al título.
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Muestra de ello es que de los 21 jugadores que han visto acción en el torneo de Clausura 2019, sólo Julio César Domínguez y Jorge García son de extracción celeste; éste último debutó en la Jornada 13 y fue el primer canterano en hacerlo desde el Clausura 2016. Esto significa que el resto del plantel son futbolistas que llegaron a La Máquina procedente de otro equipo de la Liga MX o del extranjero para reforzar al club.
En cambio, la filosofía universitaria sigue con el objetivo de darle oportunidad a los jóvenes y una muestra es que de los 22 jugadores que han disputado al menos un minuto en el presente torneo, 14 son surgidos de sus Fuerzas Básicas y sólo ocho han llegado de otro club.
Incluso, los Pumas ya debutaron a Idekel Domínguez y Bryan Mendoza en este torneo, con lo que ya suman ocho en los últimos dos años, confirmado que siguen confiando en su cantera como materia prima del equipo, al cual buscan reforzar con jugadores de experiencia, mismo método que han utilizado a lo largo de su historia y que parece que mantendrán por mucho tiempo.
