Durante la última de las 71 vueltas del Gran Premio de México, comisarios de la Federación Internacional del Automovilismo (FIA) evitaron el paso de cualquier persona a la zona del Foro Sol. El atasco incluyó a periodistas, staff de los equipos e incluso jerarcas, como Helmut Marko y Christian Horner de Red Bull.
Al final, luego de la celebración de los pilotos y su partida al podio, el acceso fue permitido en orden, así como el de la gente que estaba en tribuna y bajó para celebrar a los ganadores de la cita tricolor.
Una semana después, en Brasil, las cosas no salieron como en la Ciudad de México y la misma FIA tachó de "inaceptable" la invasión de fanáticos tras la carrera en Interlagos.
De acuerdo con reportes desde São Paulo, en cuando Max Verstappen cruzó la meta del Autódromo José Carlos Pace, un grupo de personas saltó las vallas de seguridad de la curva 1 para invadir el circuito, adelantándose a la apertura de puertas programada para celebrar en el podio.
Incluso, medios como Motorsport.com señalan que la gente saltó a la pista mientras la carrera aún estaba en desarrollo. Es por ello que la FIA llamó la atención de los organizadores del GP de Brasil, el cual pudo tener un desenlace trágico.
"(Los organizadores) admitieron los fallos en cuanto a los protocolos de seguridad y las medidas de protección. Coincidieron con el informe del Delegado Deportivo de la FIA y del Director de Carrera y aceptaron que ya se habían dado circunstancias comparables en Brasil y que se trataba de una situación inaceptable que podría haber tenido consecuencias desastrosas", emitió el organismo rector del automovilismo deportivo.
El Gran Premio de Brasil se mantendrá en el calendario de la F1 hasta 2030, luego de ser renovado este fin de semana. Sin embargo, la FIA pidió "presentar un plan formal de reparación que aborde adecuadamente las graves preocupaciones"