En el Gran Premio de Australia, Fernando Alonso experimentó un desenlace amargo a pesar de su destacada actuación en el circuito de Albert Park. El piloto asturiano logró una remontada notable hasta alcanzar la sexta posición, protagonizando un emocionante duelo contra George Russell, el cual lamentablemente culminó en un accidente en la recta final de la carrera.
Mercedes formuló una reclamación posterior al evento, alegando que Alonso fue responsable del incidente al frenar prematuramente en la entrada de la curva 6, lo que derivó en una colisión con el vehículo de Russell. Esta acusación resultó en una sanción de 20 segundos para Alonso, relegándolo a la octava posición en la clasificación final.
Aston Martin, equipo al que pertenece Alonso, argumentó que el piloto español enfrentaba dificultades con la descarga de la batería, lo que lo llevó a frenar antes de lo habitual para proteger su posición. Sin embargo, esta explicación no fue suficiente para convencer a los comisarios de carrera, quienes confirmaron la sanción, dejando al bicampeón visiblemente decepcionado.
Alonso expresó su frustración ante la situación. "En las últimas vueltas, George me alcanzó rápidamente. Sabía que se acercaba, y luego estuvo en zona de DRS durante cinco o seis vueltas, así que me dediqué a dar vueltas de clasificación para mantenerme delante. Quería maximizar mi velocidad de salida de la curva 6 para defenderme de él. Es lo que haría cualquier piloto de carreras, y no me pareció peligroso. Es decepcionante recibir una penalización de los comisarios por correr de una manera dura pero justa".
Por otro lado, el jefe de Aston Martin, Mike Krack, aunque mostró sorpresa por la penalización impuesta a Alonso, adoptó una postura menos crítica: "Fue sorprendente ver caer a Fernando hasta la octava posición por la penalización tras la carrera, pero tenemos que aceptar la decisión. Pero esto no nos distraerá de un día positivo", afirmó en el comunicado oficial del equipo con sede en Silverstone.