Seis personas murieron y diez sufrieron heridas que ponían en riesgo su vida después de que un auto se estrellara contra las personas que celebraban un Carnaval en una pequeña localidad en el sur de Bélgica.
La fiscalía dijo que no había motivos para sospechar de terrorismo en la investigación preliminar.
Unas 150 personas se reunieron de madrugada en Strépy-Bracquegnies, unos 50 kilómetros (30 millas) al sur de Bruselas, para dar comienzo a las celebraciones del Carnaval, que se habían suspendido los dos años previos debido al Covid-19.
“Un auto condujo desde atrás a gran velocidad. Y tenemos unas pocas docenas de heridos y por desgracias varias personas que han muerto”, dijo el alcalde, Jacques Gbert, a RTBF.
El conductor y una segunda persona fueron detenidos cuando su auto se detuvo cientos de metros más allá.
La fiscalía desmintió los reportes en medios sobre que el auto que había provocado el siniestro hubiera llegado al lugar luego de una persecución con la policía.
“Lo que debería haber sido una gran fiesta se convirtió en una tragedia”, dijo la ministra belga del Interior, Annelies Verlinden.
Estaba previsto que el rey Felipe y el primer ministro, Alexander De Croo, se desplazaran más tarde el domingo a Strepy.