El astro dominicano Robinson Canó fue suspendido 80 juegos por quebrantar el reglamento antidopaje del beisbol de las Grandes Ligas.
Las mayores anunciaron la suspensión del segunda base de los Seattle Mariners, una impactante noticia que deja fuera al baluarte de la ofensiva de un equipo con ambiciones de clasificarse a la Postemporada en la Liga Americana.
Canó dio positivo por furosemide, un diurético. En un comunicado divulgado por medio del sindicato de peloteros, Canó señaló que recibió la sustancia en su país natal y que no sabía que estaba prohibida.
“Me la dio un doctor con licencia en la República Dominicana para curar una dolencia médica”, dijo Canó. “No me di cuenta en ese momento que me dieron un medicamento que estaba prohibido, obviamente ahora deseo haber sido más cuidadoso”.
Se trata de la primera sanción que recibe Canó en una carrera que tenía todo el potencial para llegar el Salón de la Fama.
El dominicano se perfilaba como uno de los pocos jugadores en actividad con posibilidades de alcanzar los 3 mil hits en su carrera, además de ser un brillante jugador defensivo.
Canó ha sido elegido ocho veces el Juego de Estrellas, llevándose el premio al Jugador Más Valioso de esa exhibición el año pasado. También fue líder de la selección de República Dominicana que conquistó el título del Clásico Mundial de Beisbol en 2003. Pero ahora deberá lidiar con el estigma de una suspensión.
Esta temporada, Canó bateaba para .287 con cuatro jonrones y 23 impulsadas en 39 juegos. Lució mucho más sano y ágil que en temporadas previas en las que padeció dolencias en las piernas que mermaron su alcance en defensa.