Vencer a Brasil en una Copa del Mundo no es imposible. Hace 13 años una escuadra mexicana lo logró, fue en el Mundial Sub 17 de Perú, el capitán de aquel equipo, Patricio Araujo recordó la fórmula con la que los jóvenes mexicanos se impusieron en la Final.
“Nos imaginamos, nos vimos, soñamos que íbamos a ganar ese partido, cada quien en su cabeza creó los momentos, cada quien vio que íbamos a ganar. Nos pusimos de acuerdo en romper paredes, ese partido fue algo que hicimos muy bien.
"Paramos a los jugadores peligrosos como lo era Anderson, quien salió lesionado, eso fue un golpe anímico para Brasil, vinieron los goles y sucedió lo que todo sabemos, pero lo principal fue que todos nos imaginamos que íbamos a ganar y hacer lo que más nos gustaba, jugar bien al futbol”, recordó.
La mentalidad de triunfo en cada uno de los jugadores fue fundamental. Antes de saltar a la cancha los integrantes del equipo mexicano estaban convencidos de que ganarían la Copa del Mundo por lo cual salieron confiados al enfrentamiento contra los amazónicos.
“El equipo se visualizó un día antes jugando el partido, se convenció de que iba a ganar y eso pasó, esa fue la escuela que nos dejó siempre Chucho Ramírez, previo a cada competencia, nos hacía pensar y nos convencía de que íbamos a lograrlo”. comentó.
Pato asumió con gran responsabilidad su trabajo como capitán del equipo. Su aporte al grupo no se quedaba en la cancha, fuera de ella también era el guía y siempre iba en busca de la armonía.
“Mi mayor aportación fue unificar criterios, algo que hacía era apoyar siempre al compañero, darle ánimos, ser un ejemplo trabajando dentro del terreno de juego, así puedes ser un líder y los demás te pueden seguir, creo que influí en eso. Fuera de la cancha hacía que todo fuera armonía y mediaba las cosas cuando alguno se enojaba con otro”, finalizó.