El juego entre Brasil y México se vislumbra como uno de los duelos más esperados, causando mucha expectación entre las aficiones; pero la lejanía de la sede hizo que los boletos casi se 'regalaran'.
Llegar a Samara se volvió sumamente complicado, el vuelo es un viaje de dos horas, pero las aerolíneas decidieron establecer sus vuelos con precios exhorbitantes.
Un vuelo sencillo, sin documentar equipaje, rondaba los ocho mil pesos; la segunda opción para llegar es el tren, pero el costo ronda los tres mil pesos si quieres cabina con cama.
Muchos mexicanos decidieron irse a la aventura, acercarse a Saransk en avión, por unos mil quinientos pesos, y después en BlaBlaCar (coches comunitarios) o Uber.
Es por eso que en Moscú la reventa comenzó a rematar las entradas. En el aeropuerto se podían comprar boletos de categoría 1 o 2 a precio FIFA en cuatro mil 600 y tres mil quinientos, o hasta en menor costo, pues los que tienen boletos y ya no podrán llegar a Samara buscan recuperar lo que se pueda.
Y es que FIFA te permite regresar los boletos y ponerlos en reventa oficial, pero ese proceso es necesario hacerlo con tres días de anticipación.
La demanda por boletos es tan baja que la propia Federación Mexicana de Futbol publicó en sus redes sociales, que los compatriotas necesitados de entradas podrían solicitarlas con ellos en el hotel de concentración en Samara.
La travesía para los mexicanos que estarán apoyando al Tri el próximo lunes no será sencilla.