El arbitraje en los juegos de Pumas ha sido un tema recurrente en el núcleo auriazul, ya que últimamente se han visto inmiscuidos en diversas polémicas debido al trabajo de los nazarenos.
Tal y como ocurrió en Monterrey, en donde Erick Miranda les marcó un penalti en contra, anuló un gol, no sancionó una mano a favor dentro del área, además de que los dejó con un hombre menos. Al final, el Club Universidad terminó con una derrota más en el torneo (2-1).
En la recta final del torneo, a los felinos les han marcado cuatro penas máximas en contra, de los cuales tres (incluyendo el del sábado pasado ante Rayados), fueron dudosos, ya que el restante fue una mano clara de Luis Quintana.
Asimismo, los auriazules llevan cuatro expulsiones en contra, algunas muy rigurosas, pero una de ellas, tras apelarla, le fue retirada al jugador. En el conteo está también el gol de Nicolás Castillo, mismo que les invalidaron ante los regios y que, de mantenerse, hubiera cambiado el sentido del juego.
Cabe recordar que al término del duelo frente a La Pandilla, el presidente felino, Rodrigo Ares de Parga, se inconformó y pidió que el VAR intervenga en el trabajo arbitral: “Urge el VAR. ‘Nomás’ les digo, cuatro jugadas hubieran podido cambiar este partido. Entiendo que los árbitros se pueden equivocar y hay que darles herramientas”.