Chelsea rompe mala racha y vence al Arsenal en Stamford Bridge
EFE
El español del Chelsea, Juan Mata, abrió el marcador y gobernó el juego de su equipo ante el Arsenal que los "blues" se llevaron por 2-1 en Stamford Bridge.
El inglés Frank Lampard, de penalti, amplió la ventaja para los locales en una primera parte en la que el conjunto que entrena el también español Rafa Benítez dominó el juego, mientras que Theo Walcott recortó distancias en la segunda con un gol que no bastó para que los de Santi Cazorla se llevaran algún punto del duelo.
El resultado deja al Chelsea a seis puntos del Manchester City, segundo en la tabla, que ayer se impuso por 2-0 al Fulham, mientras que el Arsenal se mantiene a tres puntos del Everton, en la quinta plaza, que mañana se enfrentará al Southampton.
Bajo una intensa nevada que no logró emblanquecer el césped de Stamford Bridge gracias a la calefacción instalada bajo el campo, el Chelsea inició el encuentro con las ausencias del español Oriol Romeu, lesionado, y del nigeriano Obi Mikel, en la Copa de África.
Benítez volvió a confiar en el español Fernando Torres para su punta de ataque, si bien el ex delantero del Atlético de Madrid fue sustituido en el tramo final del encuentro por el recién llegado Demba Ba, tercer máximo goleador de la Premier gracias a los goles que ha marcado con el Newcastle durante los primeros meses de la temporada.
El Arsenal, por su parte, que llegaba de perder en casa ante el Manchester City la pasada jornada (0-2), comparecía en el estadio al oeste de Londres con la baja sensible para su centro del campo del también español Mikel Arteta.
Fueron precisamente los "gunners" quienes fabricaron la primera ocasión de peligro, un balón cruzado de Walcott en el minuto cuatro que el francés Olivier Giroud controló en el interior del área para acabar enviando un balón raso a la derecha de la meta del arquero Petr Cech.
El Arsenal había perdonado una de las pocas oportunidades de las que disfrutaría en un primer tiempo que se puso cuesta abajo para los "blues" apenas unos segundos después, cuando el francés Francis Coquelin perdió un balón en el medio campo y se hizo con el cuero Ramíres.
El brasileño del Chelsea levantó la vista, vio a Mata en carrera y elevó un balón largo para que el exvalencianista recibiera el pase dentro del área, encarara al polaco Wojciech Szczcsny y resolviera el duelo entre ambos enviando el balón a la red por octava vez en esta Premier.
Con ventaja en el marcador, los locales arrinconaron al Arsenal en su propio campo, una dinámica que no cambiaría en toda una primera parte en la que los de Benítez todavía no habían dicho su última palabra.
Cuando tan solo habían transcurrido 16 minutos de partido, Mata envió un balón hacia Ramíres que, solo en el interior del área, en un alarde de sangre fría, decidió no rematar sino esperar a que Szczesny se lanzara a sus pies y le derribara.??
Lampard tomó la responsabilidad de lanzar desde los once metros y clavó un penalti que suponía el segundo de la tarde en Stamford Bridge.
El Chelsea, que hacía tres partidos que no ganaba en casa, se hizo dueño del encuentro, con Mata como referencia obligada el centro del campo.
Casi todas las jugadas pasaban por los pies el ex valencianista, que gobernaba a su equipo mientras su compatriota Santi Cazorla, en el bando opuesto, trataba sin éxito de revivir a un Arsenal que apenas llegaba a una posesión del balón del 30 por ciento.
La charla de Arsene Wenger en el descanso pareció dar resultado y los "gunners", que tan sólo habían cedido nueve puntos fuera de casa, encararon el segundo tramo del duelo con mayor seguridad en sí mismos.
Los visitantes recortaron distancias a los doce minutos de la segunda parte gracias a un pase largo de Cazorla que encontró a Walcott, recién renovado hasta 2017, quien definió ante Cech el primer y único tanto "gunner" de la tarde.
Los de Wenger no tiraron la toalla y presionaron hasta el último de los cinco minutos añadidos que concedió el colegiado tras los 90 reglamentarios, pero no pudo volver a abatir el muro defensivo de los locales, a pesar de que Walcott dispuso de una buena opción en el último suspiro.