Raheem Sterling, con un tanto a dos minutos del final, desatascó a un poco lúcido Manchester City frente al Feyenoord (1-0) y certificó la presencia del equipo de Pep Guardiola en octavos de final como primero del Grupo F.
La primera mitad resultó soporífera, con dominio estéril del City, pero sin mordiente ni pegada arriba. Con De Bruyne desaparecido y Agüero perdido entre los centrales, sólo las esporádicas internadas de Bernardo Silva por el costado derecho animaron al equipo inglés e inquietaron ligeramente al dubitativo guardameta Brad Jones.
El 'Kun', con un remate centrado a las manos del portero, y Sterling, con un disparo que tuvo que despejar Jones de puños, despertaron a la afición local, que, cumpliendo con la 'tradición' en esta competición, le dedicó una sonora pitada al himno de la Champions antes del arranque.
Los holandeses apenas pasaron del círculo central en los primeros 45 minutos, pero cuando lo hicieron inquietaron a Ederson, primero con una aproximación tras un mal control del brasileño en la salida y después tras un disparo de Larsson desde la frontal que se fue cerrando y se escapó fuera por pocos centímetros.
En la segunda mitad, De Bruyne, segundos antes de ser reemplazado por Gabriel Jesús, estuvo cerca de estrenar, por fin, el marcador con un disparo ajustado desde la frontal del área que se marchó desviado.
Siguieron presionando los ingleses y a punto estuvieron de tener recompensa merced a un libre directo de Touré que rozó un poste y también se fue fuera.
Cuando todo apuntaba al 0-0 final y con el Etihad Stadium vaciándose lentamente (m.88), Sterling, en la mejor jugada del partido, logró encontrar el camino al gol después de una magnífica triangulación con Gündogan al borde del área y tras picar el balón ante la salida de Jones.