El Senado de México ha aprobado el ingreso de fuerzas especiales de Estados Unidos con el objetivo de llevar a cabo actividades de adiestramiento militar a elementos de las Fuerzas Armadas mexicanas.
La medida, que ha generado debate en distintos sectores políticos y sociales, busca fortalecer las capacidades operativas del Ejército y la Marina en la lucha contra el crimen organizado y otras amenazas a la seguridad nacional.
Según el dictamen aprobado, el personal militar estadounidense participará en ejercicios conjuntos y compartirá técnicas de combate, inteligencia y tácticas especializadas con tropas mexicanas.

La autorización contempla que los entrenamientos se realicen en instalaciones militares del país bajo supervisión de las autoridades mexicanas.

Esta colaboración forma parte de acuerdos de cooperación internacional y que no implica una injerencia en asuntos de seguridad interna. No obstante, la medida ha encendido el debate sobre el papel de Estados Unidos en las estrategias de seguridad del país y su impacto en la política nacional.
Se espera que en los próximos meses se detallen los alcances del adiestramiento y su impacto en la estrategia de seguridad de México.
