Miles de personas de diversos condados del sur de Texas se resguardaban en albergues, en espera del poderoso huracán ‘Harvey’, que ya había alcanzado la categoría 4, y el cual auguraba un panorama de desastre para la población.
Los supermercados en Houston, la ciudad petrolera más importante de EU, fueron vaciados de agua, leche y artículos no perecederos.
Las largas filas en las gasolinerías comenzaron, luego de los reportes sobre la magnitud que alcanzaría el ciclón, el más potente en tocar tierra en EU desde ‘Wilma’, en 2005.
El Servicio Nacional de Meteorología pronosticó “inundaciones con efectos catastróficos y que amenazan la vida”, en zonas al sur de Texas.
El gobernador del estado, Greg Abbott, urgió a todos a prepararse “para lo peor”. La ciudad de Puerto Aransas y los condados de Calhoun, Brazoria, Refugio, Jackson, Nueces, San Patricio y Matagorda, fueron evacuados.
