Una pancarta de acera a acera con la leyenda: “No tengo miedo (No Tinc Por)", encabezó una marcha masiva contra la violencia en Barcelona.
Conductores de taxis, socorristas y ciudadanos que ayudaron a los heridos en los ataques del 17-18 de agosto encabezan la marcha, seguidos por el rey Felipe VI, el presidente del gobierno Mariano Rajoy y otros funcionarios.
Las autoridades centrales, regionales y locales intentaron transmitir una imagen de unidad al caminar detrás de los socorristas. Es la primera vez en la historia española que el monarca participa de una manifestación.
Con todo, algunos ciudadanos silbaron al paso de las autoridades y alzaron carteles con críticas al rey por promover las exportaciones militares a Arabia Saudí.
El lema de la marcha surgió de una reacción cívica espontánea a la violencia y fue adoptado por el gobierno y la clase política española de manera unánime.