En un equipo de Alabama repleto de estrellas, DeVonta Smith resultó ser el mejor jugador en el futbol americano colegial.
Smith fue designado como el ganador del Trofeo Heisman, que no había sido para un receptor en 29 temporadas. El jugador rompió así el monopolio que habían ejercido sobre el galardón los quarterbacks, venciendo en la votación a tres de ellos.
Finalizó con 447 votos a primer lugar y mil 856 puntos. Venció así por amplio margen a Trevor Lawrence de Clemson (222 y mil 187), Mac Jones de Alabama (138 y mil 130), así como Kyle Trask de Florida (61 y 737).
Smith, jugador de último año de la Crimson Tide, es el cuarto receptor que ha obtenido el trofeo más prestigiado del futbol americano colegial. Se unió a Desmond Howard de Michigan, quien lo recibió en 1991; Tim Brown de Notre Dame, quien fue elegido en 1987, y Johnny Rodgers de Nebrska, quien obtuvo los honores en 1972.
Los quarterbacks habían ganado 17 de los últimos 20 trofeos Heisman, incluidos los cuatro más recientes.
Smith es el tercer jugador de Alabama que ha obtenido el Heisman, todos desde 2009. Y como lo hicieron los corredores de esa universidad Mark Ingram (2009) y Derrick Henry (2015), Smith jugará el partido por el campeonato nacional en el año en que se le otorgó el galardón.
Alabama (1ro) se medirá con Ohio State (3ro) en el encuentro decisivo, previsto para el 11 de enero en Miami Gardens, Florida.
La votación del Heisman se completó el 21 de diciembre, de modo que no incidieron en ésta las actuaciones de los jugadores en los Playoffs. Pero seguramente Smith hizo que quienes votaron con él se sintieran incluso más seguros de su decisión.
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Prodigó un partido brillante de tres anotaciones ante Notre Dame en las Semifinales, el fin de semana pasado.
Acumula 105 recepciones para 1.641 yards y 22 touchdowns totales de cara al último partido de su carrera colegial. Será también su tercer encuentro por el campeonato nacional.
