El ganador del Trofeo Heisman se conocerá este martes, y no solo será extraño que se realice su entrega un mes después de lo habitual, en una temporada en la que casi nada ha salido como se esperaba, pues a su atípica fecha se le sumará un inesperado factor al entrar como cabello negro a la contienda el receptor DeVonta Smith.
La mayoría de los fanáticos y expertos tienen al quarterback de Clemson, Trevor Lawrence, como el favorito para ser elegido como el pick global número 1 del próximo Draft por los Jaguars, pero esta vez no parece tenerla tan fácil para conquistar el premio al mejor jugador del colegial de este año.
Aunque llevó a Clemson a un récord de 10-2 y un lugar en las Semifinales de los Playoffs del futbol americano universitario (y si bien es uno de los cuatro finalistas anunciados) y a pesar de que los mariscales de campo han ganado en nueve de los últimos 10 años, no se espera que Lawrence gane. En los casinos lo colocan como un perdedor de 7 a 1.
Es así que DeVonta Smith de Alabama es un gran favorito emergente, algo notable al tratarse de un receptor abierto. Y es que el Heisman ha ido casi exclusivamente otorgado a mariscales de campo, quienes lo han conquistado 17 veces en los últimos 20 años, de los que los otros tres años el premio fue para los corredores.
El último receptor en ganar fue Desmond Howard de Michigan en 1991, mientras que Tim Brown de Notre Dame en 1987 y Johnny Rodgers de Nebraska en 1972 son los únicos otros receptores abiertos en ganar el premio, que data de 1935. Pero Smith ha atrapado 105 pases para mil 641 yardas y 20 touchdowns esta temporada, por lo que podría acabar con esa prolongada sequía.
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