Desde luego, parece que todos hablan de tenis en el mundo más amplio de la cultura pop, ahora que el Abierto de Estados Unidos está por cerrar la temporada de torneos del Grand Slam.
El tenis está mostrando un auge incluso antes de que los encuentros comiencen en Flushing Meadows el lunes —desde el uso del deporte como fondo para la historia de Zendaya hasta la forma en que Roland Garros es el escenario del primer episodio de la cuarta temporada de “Emily in Paris”, pasando por la serie documental recién lanzada sobre Serena Williams y Roger Federer, y un próximo programa acerca de Carlos Alcaraz.
Por si fuera poco, Williams fue anfitriona de la entrega de los Premios ESPY, mientras que Coco Gauff, Rafael Nadal, Amelie Mauresmo y la propia Serena participaron en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París.
“El tenis está profundamente entrelazado con la cultura y el espíritu de la época actual. Y es grandioso ver eso”, dijo Jill Smoller, agente de Williams durante años. “Con todas las películas y la TV, la combinación continua entre deportes y moda, uno ve casi en todos los sectores que algún deportista es representado en algún lado”.
El deporte viene de una era dorada en la cancha. Williams ganó 23 títulos de Grand Slam, un récord en la rama femenina, antes de retirarse en 2022. Novak Djokovic puede abultar todavía su marca de 24 cetros de las grandes citas, mientras que Nadal tiene 22. Federer, quien anunció su retiro hace dos años, se quedó en 20.
Ahora hay un grupo nutrido de estrellas jóvenes. Ahí está por ejemplo la polaca Iga Swiatek, primera del escalafón y quien posee ya cinco trofeos en majors, a los 23 años. Alcaraz tiene cuatro, incluidos los últimos dos —el Abierto de Francia y Wimbledon—, a los 21.
Pero es fuera de la cancha donde el panorama luce más brillante en estos días.
“Está creciendo”, dijo Taylor Fritz, californiano de 26 años que ocupa el duodécimo puesto del ranking, el mayor para un estadounidense. “Con todo lo que pasa en el ámbito del espectáculo con el tenis, no puedo ver cómo esto no va a llamar más la atención. Eso es grandioso. Más que nada, quiero que el tenis sea más reconocido y popular en Estados Unidos, porque fuera de Estados Unidos parece que siempre es más popular”.
Es por eso que el Fondo de Inversiones Privadas de Arabia Saudí está inyectando millones de dólares al tenis, auspiciando los rankings de las giras de hombres y de mujeres. El reino es ahora también sede de las Finales de la WTA, en Riad, y de las Next Gen Finals de la ATP para los mejores jugadores de 21 años o menos en Yeda.
También por eso, la WTA y la ATP anunciaron el jueves que lanzarán un nuevo videojuego llamado TIEBREAK. La rama de negocios del gremio de tenistas firmó recién un acuerdo de parte de más de 200 jugadores para vender tarjetas coleccionables Topps.
“El tenis o los deportes en general son el último y mejor espectáculo. La gente pide programas sin un libreto, pero incluso esos programas parecen tener un guion a veces. En el tenis no lo hay. Puede tocar las fibras del corazón. Hay villanos. Hay héroes”, dijo James Blake, extenista que llegó a ser cuarto del ranking y ahora es director del Abierto de Miami.