Lo de Lucas di Grassi y México es un amor más allá de la lógica, pues aunque Pascal Wehrlein dominó a placer en la carrera que se mudó a unos 140 kilómetros del Autódromo Hermanos Rodríguez (donde el brasileño había ganado ya en dos de cinco carreras), al piloto de Audi Sport ABT le cayó del cielo una infracción técnica del alemán para sumar su tercer triunfo en territorio azteca, esta vez en la primera ocasión que se realiza el ePrix en el Miguel E. Abed de Puebla.
Di Grassi no había ganado una sola carrera en la temporada seis de la Fórmula E, pero sigilosamente persiguió a Wehrlein a la espera de que cometiera el más mínimo error para así asaltar el liderato, algo que nunca pasó a lo largo de los 45 minutos de competencia (más una última vuelta).
Pero cuando el germano de Jaguar cruzó la meta y la bandera a cuadros se ondeó por el azulado cielo poblano, recibió una penalización que lo descalificó para borrar las sonrisas que recién se habían pintado en los boxes del equipo con sede en Milton Keynes, Reino Unido.
Se trató entonces de la tercera victoria del paulista en tierras mexicanas, donde tendría cuatro de no ser porque en la primera edición del México ePrix fue él quien terminó por ser descalificado por el peso del auto al término de la competencia para dar así el triunfo final a Jérôme d’Ambrosio.
Pero ahora fue el brasileño quien aprovechó una descalificación para imponerse en la inexplorada pista de Amozoc frente a unas 10 mil personas que asistieron para la primera carrera de la temporada con público en las tribunas.
Wehrlein era el gran favorito después de ganar horas antes la Superpole, condición que confirmó cuando Oliver Rowland tuvo que maniobrar cuando Jean-Éric Vergne le cerró la puerta en la arrancada y Nick Cassidy quedara fuera por un choque con el muro de contención que le causó un problema en el neumático y arrojó el primer safety car de la contienda para dar mayor espacio al alemán en la reactivación.
Y es que Maximilian Guenther quedó líder cuando encendió el attack mode para adelantarse a Wehrlein, pero con solo 29 minutos, el de Sigmaringa, Alemania, recuperó la delantera, imponiéndose a su compatriota y dejándole en claro que no le permitiría a nadie arrancarle un triunfo que parecía cantado.
Así, con 18 minutos en el crono, el segundo safety car del día apareció cuando Sam Byrd se estrelló en la pared luego de que Alex Lynn empujara el Panasonic Jaguar contra la pared justo después de que Byrd saliera de la zona de activación del attack mode.
A 4:50 del final, Edoardo Montara sacó provecho de una prolongada curva para adelantarse por fuera y asaltar la segunda posición y dejar a Di Grassi y Guenther detrás suyo por unos instantes. Pero el de Sao Paulo, Brasil, maniobró para rebasarlo cuando el reloj agonizaba y cruzó la meta detrás del dominador de la competencia para celebrar su tercera victoria en seis carreras en México y así confirmarse como el rey del asfalto azteca, por delante de René Rast y Mortara.