“El maratón es mi motor. En esta prueba no hay rival fuerte y tampoco débil, todos buscamos la meta de los 42.195 kilómetros”, consideró Madaí Pérez, quien disputará sus segundos Juegos Olímpicos en Río 2016.
Tras haber estado fuera de las pistas por dos años a causa de una fibrosis en el tendón de Aquiles izquierdo, la maratonista mexicana llega renovada a la justa veraniega donde tiene como objetivo finalizar entre las 10 mejores del mundo.
“Creo que Dios me hizo para correr. Mi pasión por mi prueba es extraña, sé que debe haber un tiempo en el que tenga que retirarme, pero no creo que la pasión por correr se acabe nunca porque es parte de mí, de mi vida”, aseguró la atleta de 36 años de edad.
“El que pueda regresar después de una lesión tan fuerte como la que tuve después del Mundial de Moscú (2013) es maravilloso y que lo haga en unos Juegos Olímpicos en una bendición", agregó.
Oriunda de Hueyotlipan, Tlaxcala, Madaí reconoció que antes de la operación tuvo miedo de no volver a correr.
“Se tuvieron muchos tratamientos antes de llegar a la operación, lo cual causó una fibrosis y aunque el tendón prácticamente ya estaba regenerado, una mala cicatrización causaba esa pequeña molestia que no me permitía correr ni 10 minutos.
“Muchas veces pensé que se había terminado todo. Antes de la operación pensé mil veces que ya no iba a continuar, mil veces pensaba que sí, volvía a caer. Fueron momentos difíciles que ya se pasaron”, recordó la subcampeona panamericana en Guadalajara 2011.
En su regreso a las competencias, la fondista tricolor terminó decimosegunda del Medio Maratón de Nueva York y en el Maratón de Hamburgo obtuvo la plaza olímpica al finalizar quinta con un tiempo de 2h29m27s.
