Los Ravens de Baltimore esperan con ansias volver a preparar las maletas para acudir a una fiesta del Super Bowl, pero parece que la temporada 2018 no les dará ese lujo y visitar la ciudad de Atlanta para pelear por el Vince Lombardi sólo será un sueño, pues aunque su cerebro, el quarterback Joe Flacco, tiene condiciones para llevarlos lejos, el armado del equipo no luce tan atractivo como para colocarlos en el juego grande la NFL.
El mariscal de campo titular de los Ravens se ha caracterizado por hacer mucho con muy poco, incluso con jugadores que no brillaron tanto como Anquan Boldin, mientras que el receptor Jacoby Jones logró darle un título a la franquicia en la campaña 2012.
Sin embargo, para la temporada que está por iniciar sus armas estarán centradas en Alex Collins, por tierra, y el recién llegado Michael Crabtree, quien espera darle otra cara al departamento de receptores el cual en la campaña 2017 entregó cuentas muy por debajo de lo presupuestado.
Por su parte, en la defensiva desde que el exlinebacker Ray Lewis dejó al equipo hace ya varias temporadas, el área perdió fuerza en gran medida, y aunque no fueron tan castigados la campaña pasada, el equipo de John Harbaugh se ha tenido que apoyar en CJ Mosley y Terrell Suggs, pero la ausencia de alguno de los dos podría traer muchos dolores de cabeza, puesto que no hay otro elemento de la misma talla para cubrir.
