Las sorpresas continúan en los Thursday Night Football. Una vez más, el equipo favorito cayó inesperadamente en el juego de jueves por la noche. En esta ocasión, los Cleveland Browns (3-8), que llegaban con una racha de ocho derrotas, se impusieron 24-19 a unos Pittsburgh Steelers (8-3), quienes no conocían la derrota desde la Semana 5.
La rivalidad entre Browns y Steelers es una de las más antiguas y apasionadas de la NFL. En este tipo de enfrentamientos, las estadísticas suelen quedar en segundo plano, ya que el orgullo y la intensidad toman protagonismo. Cleveland aprovechó al máximo las difíciles condiciones climáticas, logrando convertir las cuatro cuartas oportunidades que se jugaron, un factor decisivo en el resultado final.
Los Steelers abrían el marcador con un gol de campo de 48 yardas ejecutado por Chris Boswell. Sin embargo, los Browns respondieron rápidamente con una anotación de Nick Chubb, quien encontró un hueco en la legendaria “Cortina de Acero” para llegar a las diagonales. Cleveland amplió su ventaja a 10-3 antes de marcharse al descanso gracias a un preciso gol de campo de Dustin Hopkins.
Para el tercer cuarto, la defensiva de los Steelers lograba recuperar rápido el balón con un fumble a Cedric Tillman. Sin embargo, la ofensiva lo desperdiciaba al jugarse una cuarta oportunidad y no concretarla. Más adelante lograban acortar distancias con un gol de campo, pero el juego se complicaba tras una verdadera tormenta de nieve que azotaba la ciudad de Pittsburgh.
Aprovechando la situación, los Browns apostaron por un juego agresivo. En lugar de buscar un gol de campo, se arriesgaron en una cuarta oportunidad, logrando mantener viva su ofensiva, que culminó en un touchdown en otra cuarta oportunidad. Además, no conformes, optaron por una conversión de dos puntos que los puso al frente 18-6.
Con el reloj en contra, los Steelers necesitaban reaccionar rápidamente para evitar que el partido se les escapara. Ayudados por una serie de penalizaciones clave de la defensiva de los Browns, los dirigidos por Mike Tomlin avanzaron hasta la yarda tres, donde Jaylen Warren acarreó el balón hasta la zona de anotación para recortar la diferencia.
La ofensiva de Cleveland regresó al campo, pero en una jugada clave que cambió el rumbo del juego, Nick Herbig golpeó al mariscal Jameis Winston que soltó el balón y los Steelers los recuperaban en la yarda 27. El quarterback solamente necesitó concretar un pase para conseguir la anotación y darle la vuelta al juego.
Sin embargo, los Browns conseguir una última ofensiva con poco más de tres minutos en el reloj y luego de jugarse una cuarta oportunidad más, terminaron, lograron poner a Nich Chubb en zona roja donde el corredor se encargó de anotar el touchdown del triunfo.