La NFL tuvo a un peculiar invitado en el Raymond James Stadium, pese a que más de 25 mil aficionados asistieron al Super Bowl LV uno de ellos robó cámara en todo momento. El cubrebocas fue el protagonista en la culminación de la temporada más atípica en la historia del futbol americano profesional.
La Liga hizo esfuerzos casi inhumanos para que el COVID-19 no se hiciera presente en su gran fiesta. El inicio de la aplicación de la vacuna hace unas semanas en los Estados Unidos hizo posible que la NFL abriera las puertas a una cantidad limitada de público, quienes fueron auténticos privilegiados de formar parte de este hecho histórico en los anales del deporte.
Las medidas de seguridad y sanidad fueron clave en el éxito que fue el Super Bowl en la ciudad de Tampa Bay que logró recibir a los hombres y mujeres que están peleando en la primera línea contra el COVID-19, además de las familias de los jugadores y algunos aficionados. Todos los presentes fueron vacunados y es por eso que pudieron ingresar al Raymond James Stadium.
Por primera vez en toda la temporada, el calor del público se pudo sentir. Las reacciones en cada jugada, los aplausos, los abucheos fueron parte del juego en una campaña que estuvo dominada por el silencio en la gran mayoría de los inmuebles. La NFL logró, después de más de 200 partidos, concluir su temporada 2020.
Pese a que decenas de reporteros invadieron el campo, una vez que los Buccaneers se proclamaron campeones. Las familias tuvieron que celebrar desde las tribunas el campeonato del conjunto de Tampa Bay y en toda la ciudad el júbilo no se detuvo. Estos últimos 12 meses han sido históricos para la ciudad de la Florida que celebró un título de la Stanley Cup, un Super Bowl y un subcampeonato en la Serie Mundial.
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