Un jurado en una corte federal de distrito ordenó que la NFL pague casi 4 mil 800 millones de dólares como indemnización, tras determinar el jueves que la liga violó las leyes antimonopolio al distribuir partidos de domingo por la tarde, fuera del mercado de los equipos involucrados, en un servicio selecto de suscripción.
El jurado otorgó 4 mil 700 millones de dólares como indemnización a los denunciantes residenciales y 96 millones a los de índole comercial. Dado que algunas compensaciones podrían triplicarse bajo las leyes federales antimonopolio, la NFL podría terminar enfrentando responsabilidades por 14 mil 390 millones de dólares.
La demanda abarcó a 2.4 millones de suscriptores residenciales y a 48 mil negocios en Estados Unidos, que pagaron por el paquete de partidos fuera del mercado de origen, desde la campaña 2011 hasta la 2022, en DirecTV.
De acuerdo con la demanda, la liga infringió las leyes antimonopolio al vender su paquete de partidos dominicales a un precio inflado. Los suscriptores dicen también que la liga restringió la competencia al ofrecer el denominado paquete “Sunday Ticket” sólo mediante un proveedor satelital.
La NFL advirtió que apelará el veredicto. La apelación será atendida por la Corte del 9no Circuito. Es posible incluso que el caso llegue a la Corte Suprema. En caso de que la NFL terminara pagando estas compensaciones, ello costaría aproximadamente 449.6 millones de dólares a cada uno de los 32 equipos.
“Estamos decepcionados con el veredicto emitido hoy por el jurado en la demanda colectiva sobre el NFL Sunday Ticket”, indicó la liga en un comunicado. “Continuamos creyendo que nuestra estrategia de distribución de medios, que incluye la transmisión de partidos de la NFL en televisión abierta dentro de los mercados de los equipos participantes y la distribución nacional de nuestros partidos más populares, complementada por muchas opciones adicionales, incluyendo RedZone, SundayTicket y NFL+, es por mucho el modelo de distribución más amigable con el fanático en todos los deportes y espectáculos.
El juicio duró tres semanas e incluyó testimonios del comisionado de la NFL Roger Goodell y del dueño de los Cowboys de Dallas Jerry Jones.