A pesar de que hace dos campañas los Cowboys se veían disputando el Super Bowl, ahora, Atlanta, sede del partido más importante de la NFL, parece estar lejos de Dallas, pues aunque mantienen a Dak Prescott y Ezekiel Elliott, no cuentan con un receptor de élite.
Tras la salida de Dez Bryant y el retiro de Jason Witten, dos de los líderes históricos de la franquicia en el tema de recepciones, los Boys confiarán en Allen Hurns y Terrance Williams, el primero de ellos recién llegado de Jacksonville, mientras que el jugador de sexto año no pudo anotar la temporada pasada, por lo que dicho departamento es una incógnita para Jason Garrett.
La buena noticia para Dallas es que tanto Prescott como Elliott estarán sanos y sin problemas extracancha para afrontar el certamen.
Por ello, los Vaqueros tendrán que ser imbatibles en el AT&T Stadium, pues las visitas en los últimos años le han costado y mucho al equipo texano.