Si hay algún equipo de la División NFC Oeste para el que verdaderamente luce complicado hacer el viaje al Super Bowl son los Cardinals.
Parece que tras el retiro del entrenador en jefe Bruce Arians y de su quarterback Carson Palmer, además de la llegada del head coach Steve Wilks y el pasador Sam Bradford, la franquicia está comenzando una etapa de reconstrucción.
El año pasado terminaron con marca de 8-8 que los dejó fuera de Playoffs, tuvieron uno de los peores registros en el área terrestre de su ofensiva al haber registrado mil 386 yardas (30). Por ello, el regreso de su corredor David Johnson, quien estuvo fuera por una lesión, será clave para mejorar.
En tanto, Sam Bradford deberá demostrar que posee el nivel para ser quarterback titular, posición que también buscará el novato Josh Rosen, seleccionado en la primera ronda del Draft.
Por suerte contarán con Larry Fitzgerald, quien finalizó la campaña pasada con la segunda mejor marca en recepciones (109) y octavo en yardas (1,156).