Los Bills cayeron a manos de los Chiefs 27-24 en un partidazo de la Ronda Divisional de la NFL, donde un gol de campo fallado de Tyler Bass en la recta final del último cuarto sentenció a Buffalo.
Ante esta situación, el pateador asumió la culpa por la eliminación de su equipo: "dependió de mí", dijo a los medios al término del partido.
Bass detalló que el trabajo del centro y el sujetador fue muy buena, recalcando que la responsabilidad fue solo de él.
Sin embargo, Josh Allen, mariscal de campo de los Bills, mostró su apoyo al pateador y aseguró que "una solo jugada no define un partido" y que las derrotas son del equipo, no de un solo jugador.
'Se gana como equipo, se pierde como equipo. Una jugada no define un partido, no define una temporada", explicó.