Con drama incluido, los Bills sacaron el coraje en el último cuarto para hacerse respetar en su casa ante unos Giants que vendieron cara la derrota. Tyrod Taylor no pudo conectar con Darren Waller en la línea de una yarda en los últimos segundos del partido, una jugada que causó controversia por parecer interferencia, sin embargo, los oficiales le dieron la victoria a los de Buffalo por 9-14.
En los primeros dos cuartos hubo un gol de campo en cada uno por parte de Giants, Graham Gano mandó a su equipo al descanso de medio tiempo con una ventaja de 6-0. Por el otro lado, los Bills terminaron la primera mitad con cero puntos, algo que no sucedía desde 2020.
Lamentablemente, los reflectores se fueron con Damian Harris que sufrió un choque con Okereke y fue derribado, por lo que la ambulancia entró al campo para llevarse al jugador al hospital, a pesar de que pronostica una fuerte fractura en el cuello, hay buenas noticias, ya que tiene movilidad en las extremidades.
Con la fuerte lesión de Harris, los de Buffalo tenían los rostros apagados, pues se le venía a la memoria el caso similar que vivieron en enero, cuando Damar Hamlin desvaneció en el campo. Sin embargo, apareció Josh Allen en el momento que más se le necesitaba para enviar un pase de tres yardas a Deonte Harty, quien entró caminando a las diagonales.
La ventaja les duró muy poco, pues Graham Gano puso un gol de campo de 29 yardas. No obstante, Allen lanzó un misil peligroso a las manos de Quintin Morris en la zona roja, obligando al rival a hacer un touchdown faltando tres minutos en el reloj. Giants falló todas sus oportunidades en los últimos segundos con un poco de polémica por parte de las cebras y la victoria fue para el equipo de Buffalo por 9-14.
Los Buffalo Bills (4-2) se enfrentarán el próximo domingo contra los Patriots (1-5) que vienen de una mala racha. Por su parte, los New York Giants (1-5) buscarán no tener una horrenda temporada cuando se midan ante Washington (3-3) el mismo domingo 22 de octubre.