Sin distinción de edades, el Estadio Fray Nano atraviesa una de sus mejores noches desde su reinauguración; el calor de los seguidores de la pelota caliente volvió a abrazar un recinto que es imprescindible para el deporte capitalino.
El parque de pelota de la Mixhiuca latió de nuevo al ritmo que el beisbol requiere; en ningún momento hubo prisa para disfrutar desde el camino hacia el inmueble, hasta la pausa entre cada pitcheo.
La pasión por la MLB volvió a su punto más alto gracias al regreso de una Liga que tardó más de diez años en tener su vuelta triunfal; gorras, camisolas y hasta chamarras conmemorativas desfilaron en el lugar.
El Rey de los Deportes se erigió una vez más en la capital del país, y lo hizo de la mano de toda clase de aficionados, desde los más jóvenes, con el sueño latente de llegar a las mayores, hasta los veteranos seguidores que aún extrañan el parque del Seguro Social.
La belleza tampoco faltó y decenas de agraciadas seguidoras robaron suspiros cada que cruzaban por el graderío; sin embargo, fiel a la tradición, la rechifla llegó únicamente a través del diamante, con las jugadas más espectaculares que el deporte puede regalar.