Los destinos de Leo Messi y Cristiano Ronaldo parecen irremediablemente entrelazados. Hasta las bases de entrenamiento de sus respectivas selecciones se encuentran a escasa distancia en las afueras de Moscú.
Cristiano y las Quinas se han concentrado en la pintoresca localidad de Krátovo, una zona residencial de casas de campo situada a unos 25 kilómetros de la capital rusa.
Su cuartel general son las instalaciones del histórico club Saturn que, además de unos modernos campos de entrenamiento, tiene un estadio con capacidad para unos 15 mil espectadores en la cercana ciudad de Rámenski, base de operaciones que está rodeada de bosque y con estrictas medidas de seguridad puestas en marcha por las autoridades locales.
Unas pocas horas después también llegó a Moscú el astro barcelonista, que se instaló junto al resto de jugadores de la Albiceleste en Bronnitsi, que se encuentra en la misma carretera, pero 25 kilómetros más al sur.
Se trata de una pequeña localidad de unos 20 mil habitantes en la que lo más llamativo es el gran mural de Messi pintado por un artista local en uno de los edificios de su calle principal.
Los argentinos han preferido la tranquilidad al bullicio de otros lugares más cercanos a Moscú, aunque el cuerpo técnico de la selección está encantada con las instalaciones donde se entrenan los futuros campeones olímpicos rusos.
Varios cientos de aficionados tuvieron la oportunidad de ver en vivo a Cristiano en un entrenamiento abierto y lo mismo ocurrirá próximo lunes con Messi y la selección argentina.